Febrero 2010.
No se fracasa si existe un comienzo[1]
Cuando nos dispusimos a “prender” este proyecto sabíamos que había una serie de obstáculos que habría que librar y, en el aspecto de la escena musical chilanga el trabajo de difusión es amplio. Al ser una de las ciudades más pobladas y más conglomeradas, el abanico musical es terriblemente amplio.
Nos podemos encontrar desde bandas de Punk de Cd. Nezahualcóyotl hasta conjuntos de Jazz de la Colonia Anzures, Grupos de Metal Alternativo de Taxqueña, solistas encasillados en la trova de la Colonia Roma, y un enorme etcétera.
El reto es grande y la tecnología nos ha alcanzado, ya sea como aliada, como herramienta o como la gigantesca babilonia informática, el monstruo que aplasta a los artistas que es el Internet. La tecnología avanza de una manera tan rápida que no nos damos cuenta.
Antes nos emocionaba escuchar nuestra música en el walkman, después el hecho de quemar unas rolas para nuestro auto o nuestro Discman, nos hacía estremecer, ahora es común traer mas de 5000 canciones en nuestro reproductor de mp3.
El disco de 3 y media es más que obsoleto, y de eso apenas unos 5 años, ahora todo se mide en gigas, y hasta terabytes de información que son una cantidad ABSURDA de archivos.
La necesidad de información es precisamente eso una necesidad. Y para satisfacer esa necesidad de melomanía, es que existe Random, una eterna lista aleatoria de lo que suena y hace ruido en la ciudad más extravagante, más surrealista y más mágica de todos, sin duda.
¿Por qué hablar de música?
Nos podemos encontrar desde bandas de Punk de Cd. Nezahualcóyotl hasta conjuntos de Jazz de la Colonia Anzures, Grupos de Metal Alternativo de Taxqueña, solistas encasillados en la trova de la Colonia Roma, y un enorme etcétera.
El reto es grande y la tecnología nos ha alcanzado, ya sea como aliada, como herramienta o como la gigantesca babilonia informática, el monstruo que aplasta a los artistas que es el Internet. La tecnología avanza de una manera tan rápida que no nos damos cuenta.
Antes nos emocionaba escuchar nuestra música en el walkman, después el hecho de quemar unas rolas para nuestro auto o nuestro Discman, nos hacía estremecer, ahora es común traer mas de 5000 canciones en nuestro reproductor de mp3.
El disco de 3 y media es más que obsoleto, y de eso apenas unos 5 años, ahora todo se mide en gigas, y hasta terabytes de información que son una cantidad ABSURDA de archivos.
La necesidad de información es precisamente eso una necesidad. Y para satisfacer esa necesidad de melomanía, es que existe Random, una eterna lista aleatoria de lo que suena y hace ruido en la ciudad más extravagante, más surrealista y más mágica de todos, sin duda.
¿Por qué hablar de música?
La música es una de las artes más representativas y más hermosas que la raza humana ha creado. La forma de hacer música y escucharla ha evolucionado a lo largo de la historia En todo esto, el ser humano ha encontrado la estética en los sonidos y en los silencios. La música, aunque no nos demos cuenta, nos ha acompañado en todo momento de nuestra tradición.
Con la revolución del mp3, hoy en día la música se vuelve un producto casi virtual, que sólo existe cuando se reproduce cual sueño de Bertolt Brecht. Y cual sueño es que estamos viviendo una revolución que jamás volveremos a ver.
Hoy en día, es prácticamente fácil que un artista produzco su propia obra, y que él mismo se la otorgue al escucha. Estamos ante un paradigma sobre los métodos de consumo y, para lo cual necesita de otro paradigma de difusión.
Cooltura DF es eso, un paradigma de difusión, un sueño que cuesta trabajo soñar, una nota en el inmensa sinfonía del caos, un manual de la otredad, un punto de ruptura como alguna vez imaginaron los poetas de la generación Beat; beat, como los Beatles. No sabemos a donde vaya a llegar esto, pero quizás “No se fracasa si existe un comienzo”.
[1] “Ileso” Canción de Control Machete
0 comentarios:
Publicar un comentario